sábado, 27 de junio de 2015
La inteligencia emocional.
Los padres podemos enseñar a los niños a
desarrollar su inteligencia emocional y a canalizar sus emociones. Es
importante que aprendan a controlarse y a ser empáticos con los
demás. La educación emocional, es parte de la formación del
niño.
La psicóloga Silvia Álava nos ha
concedido una entrevista en la que nos aclara cómo pueden los padres saber si
el niño ha madurado emocionalmente y cómo se puede favorecer el desarrollo de
la inteligencia emocional en los niños.
La inteligencia
emocional en la infancia
¿Cuándo
podemos decir que el niño ha madurado emocionalmente?
Hay determinadas situaciones que nos pueden
ayudar a darnos cuenta que un niño no está madurado emocionalmente. Por
ejemplo, las rabietas. Son muy típicas
entorno a los 2 años de edad, pero cuando un niños mayor de dos años sigue
cogiendo rabietas nos está indicando que tiene un problema de regulación de sus
emocione.
¿Consejos
para desarrollar la inteligencia emocional de los niños?
Para desarrollar la inteligencia emocional de
los niños tenemos que tener en cuenta unos pilares básicos. Lo primero de todo
va a ser aprender a identificar las emociones propias y también tenemos que
aprender a identificar las emociones que
están experimentando los demás.
Tenemos que aprender a controlar las emociones y
para eso debemos encontrar el equilibrio necesario saber qué es lo que me está
pasando, qué estoy pensando que me está haciendo sentir de esa manera para
aprender a controlarme y autorregularme.
Tenemos que aprender a expresar y a
canalizar las emociones de tal manera y que fortalezca las relaciones y no que
sea de forma contraria.
Desarrollo de las capacidades emocionales según
la edad del niño
Las emociones se desarrollan a lo largo de todo
el ciclo vital, pero cuanto antes empecemos muchísimo mejor, de hecho hay
estudios que nos dicen que desde los 2 años y medio que ya es posible educar
las emociones y lo que es más importante que esto tiene influencia durante toda
la vida.
Hay que enseñar a los niños a pensar, a pensar
sobre sus emociones, a que sepan cómo se sienten ellos y a detectar cómo se
sienten los demás, ayudarles a canalizar las emociones, a expresarlas, a
regularlas, a favorecer la importancia de la comunicación con los padres,
con los profesores, a favorecer también la comunicación con sus iguales,
favorecer también la empatía, ayudarles también desde pequeños a hacer amigos,
esas son cosas que les van a ayudar y que les van a ayudar a lo largo de su
vida.
Cuándo los niños son pequeñitos lo que tiene que
hacer es mandarles frases muy muy cortitas, y sobre todo actuar más y hablar
menos. No nos olvidemos que los padres somos la principal fuente de aprendizaje de
los niños. Luego el comportamiento del padre siempre tiene que ir en
consonancia con el comportamiento del niño.
Cuándo ya son más mayores ya podríamos empezar a
razonar más con ellos, pero nunca en el momento de rabieta. Cuándo estén
tranquilos, y cuando estén relajados será cuando podremos hablar con ellos y
podremos incidir en la importancia de hablar, de comunicar los sentimientos, de
qué forma lo podemos expresar.
La ira en los niños
La ira
está ligada a varias causas, es muy posible que sea una defensa para evitar
sentimientos dolorosos. También puede estar asociada a un problema emocional,
ya sea puntual o no. Incluso podemos decir, que está ligada a una baja
autoestima, ansiedad, sentimientos de aislamiento… lo importante es detectar la
razón, y empezar a trabajar sobre ello.
He
escuchado a muchas familias decir que ya se le pasará, que son sólo rabietas y
que tiene su “propio carácter”. Mucho ojo, es importante saber que la ira normalmente
nos muestra que hay un problema. Nos da pistas, y es preciso descifrarlas. La
edad perfecta para moldear este control es mientras sea pequeño. Mientras más
tiempo pase, más complejo será.
Se
reconoce fácilmente; es decir, si te paras a observarlo, podrás ver el cuerpo
tenso, dientes apretados, cambio del tono de
voz, gruñidos, respiración profunda… es bueno enseñar a los niños a
detectar los primeros signos de ira. Aprender comportamientos, que pueda
sustituir para aliviar esa energía reprimida y reemplazarla. La forma de
sustituirlo es por medio de la gestión de emociones, y debo decir que siempre
es mejor, con el asesoramiento de un profesional que nos aporte las bases para
lograrlo.
Los
niños pueden no ser conscientes de lo que provocan sus estallidos de ira. Para
los padres es vital tratar de averiguar lo que provoca el enfado, e intentar
explicarle que su comportamiento no es aceptable. Que estas pataletas, gritos,
gruñidos… en definitiva la ira en los niños, tiene algunas consecuencias y
ninguna es positiva.
La asertividad, el autoestima, la
empatía y otras habilidades sociales pueden
practicarse y aprenderse de la misma forma que otros tipos de conocimiento. No
obstante, tradicionalmente no se ha tendido a darles la atención que se
merecen, razón por la cual en la actualidad pueden llegar a ser competencias
desconocidas y apenas desarrolladas en muchas personas.
Como ser emocionalmente
competente es vital para el individuo y su vida en sociedad, te ofrecemos
un recopilatorio de los mejores recursos para que puedas trabajar la educación emocional
en clase y en casa. ¡No te los pierdas!
Educación Infantil (de 0 a 6 años)
·
Aprender a interpretar las expresiones del rostro: Se
trata de un conjunto de animaciones y actividades on line dirigidas a enseñar a
entender los diferentes sentimientos y emociones que se expresan con la cara.
·
Paula y las emociones: En
este vídeo, un cuento infantil narrado y con bellas ilustraciones,
acompañaremos a Paula y a las emociones que va sintiendo según situaciones que
le ocurren. Además, Paula nos enseña trucos y soluciones para gestionar cada
tipo de emoción.
·
¿Cómo ayudar a niños que han experimentado un
terremoto?: Las
situaciones adversas son uno de los momentos más importantes en los que
trabajar la gestión de las emociones. Es importante que los más pequeños
verbalicen sus sentimientos, y con ese objetivo los amigos de Plaza Sésamo han
elaborado un vídeo mensaje.
·
Aprende a decir y a controlar lo que sientes: En esta unidad didáctica interactiva, Pelayo
y su pandilla te enseñarán a gestionar tus emociones con cuentos, juegos,
manualidades, vídeos y canciones.
Educación Primaria (de 6 a 12 años)
·
10 juegos para trabajar las emociones: Encuentra
las diferencias, completa la historia, rellena la frase…éstas y otras
actividades para trabajar diferentes tipos de contenidos (lengua, matemáticas,
etc.) te ayudarán a desarrollar la educación emocional.
·
¡Empecemos por las emociones más básicas!: En
esta actividad interactiva, comenzaremos por conocer cinco sentimientos (amor,
rabia, tristeza, alegría y miedo). Cada uno de ellos cuenta con un pequeño
vídeo y plantea unas preguntas para realizar después un animadísimo debate en
clase.
·
Descubre cómo
eres: Se trata de una muy recomendable
aplicación para trabajar la identidad de uno mismo, y los sentimientos y las
emociones. Se estructura en seis partes, todas ellas con interesantes
actividades y textos: Identidad, sentimientos, diversidad, lecturas, repaso y
juego.
·
La caja de los
deseos: Corto de ficción realizado por
jóvenes de 8 a 13 años de la asociación ‘La Claqueta’, que nos enseña valores
como la amistad y el respeto a los demás. Puede convertirse en una genial
inspiración para realizar vuestra propia película en clase.
Educación Secundaria (de 12 a 18 años)
·
Desarrollando
el autoestima: Interesante webquest sobre la
importancia del autoconocimiento y el control de las emociones y los impulsos
para tener una buena autoestima.
·
¿Por qué tenemos sentimientos negativos?: Se
trata de una unidad didáctica que nos habla de diferentes sensaciones, como
ira, envidia, celos, enfado, ansiedad.
·
Dar para ser felices: Es el título de este capítulo de ‘La mirada de
Elsa’, una sección del programa Redes. En este caso, se centran en
la felicidad, y buscan definiciones y diferentes maneras de entenderla.
·
Potenciar las emociones positivas es cuestión de
práctica: Conjunto
de actividades para trabajar las emociones positivas, como la alegría, el buen
humor, el amor…etc. Los ejercicios nos permiten ir comprobando lo que se va
aprendiendo.
Para todas las edades
·
¡Un documental que cambiará tu forma de dar clase!: En esta pieza audiovisual de algo más de 8 minutos,
conocemos cómo trabajan la educación emocional con los más pequeños en un
colegio de Gavà, en Barcelona.
·
La música, lenguaje universal de las emociones: Un paisaje audiovisual y sonoro, un paseo por las
diferentes culturas y sus músicas, que nos recuerda la diversidad que
conformamos como seres humanos.
·
Expresar sentimientos a través de la danza: Reportaje
sobre Carina Martín, Susana Aguilar y María del Mar Andrés, bailarinas y
profesoras de danza del conservatorio de Granada, que pretenden expresar
emociones a través del baile, otra interesante forma de enfrentarse a este
tema.
viernes, 26 de junio de 2015
Frases que debes decir a tus hijos
Agregar leyenda |
Frases que
debes decirle a tus hijos
Las palabras tienen un valor enorme en la
mente humana. Todos los pensamientos y
los sentimientos toman forma a través de las palabras. Y, a la vez, son las
palabras las que dan origen a todo lo que ocurre en nuestro mundo emocional.
Con los hijos,
este poder es aún mayor, ya que eres tú quien está al frente de su bienestar y mediante
mensajes cariñosos puedes enseñarle a quererse más y sentirse mejor consigo
mismo.
Igualmente, motivarlos
cuando les hablas permite que ellos aumenten su autoestima y su confianza,
ya que el apoyo de los padres hacia ellos es fundamental para su desarrollo y
crecimiento. Es necesario que les expreses tus sentimientos en todo
momento, no solo para felicitarlos sino también para corregirlos, pero siempre
de un modo respetuoso y amigable.
Al
hablarles con cariño y amor no solo afianzarás los lazos familiares, sino que
elevarás la calidad de la relación padre-hijo, ya que tú estarás asumiendo la labor de orientador y de guía,
mientras que ellos estarán atendiendo a todo lo que digas y estarán formándose
como personas. Así, los educaras con el ejemplo.
¿Qué puedes decirles a tus hijos?
Te amo, te
quiero, me haces muy feliz
Decirles
directamente a tus hijos que los amas, es el mejor alimento emocional que
puedas darles. No basta con que en verdad
los quieras, es importante que lo digas, que lo conviertas en parte de tu
lenguaje cotidiano. Esto los harán más seguros y afianzará los lazos de
comunicación con ellos.
También es
muy importante que les hables acerca de lo feliz que te hacen.
Eso les da un sentimiento de sentido para su vida y los lleva a sentirse
protegidos y apreciados.
Por más
dificultades que haya, por muy poco tiempo que tengas, siempre es importante
buscar un momento para esos momentos de expresar el afecto. De seguro, a
ti también te van a beneficiar muchísimo.
Creo en ti,
confío en ti, eres capaz de lograrlo
Puedes
imprimirle gran confianza a tu hijo si le dices que es capaz de lograr lo que
se propone. Así, estás contribuyendo a su
desarrollo como ser humano. No animarlo de esta forma implica abrir una grieta
por donde pueden filtrarse miedos infundados que repercutirán por el resto de
sus vidas de forma negativa.
Es
necesario apoyarlos como padres y como familia en sus logros, e incentivar
su seguridad al momento de actuar, ya que esto permitirá que al momento de
tomar una decisión en su vida lo hagan con seguridad y confianza. De una u otra manera, siempre
elegirán una buena alternativa, si creen en sus decisiones.
Por otro
lado, debes tener en cuenta que para los niños la motivación es muy importante
en los momentos en que ellos puedan flaquear con sus proyectos o se sientan
frustrados al tener algunas dificultades en su camino. Es ahí donde entras tú
como padre en su rescate, pues tu apoyo puede hacer que retomen el
curso de las cosas e intenten nuevamente seguir con sus proyectos.
Decirle que es
muy especial y felicitarlo cuando hace algo bien
Estas
actitudes deben ser frecuentes con los niños. Señalarles que han hecho
bien algo, contribuye a que ellos aprendan a reconocerse y aumenten su
seguridad cada vez que realicen de nuevo esa misma actividad.
Al momento
de manifestarles que han tomado una buena decisión o han sabido responder
frente a algún acontecimiento de una forma favorable, incentivamos en
ellos diferentes capacidades que los hacen únicos e independientes.
Cuando les
recalcas a tus hijos lo especiales que son, ellos te lo agradecerán por siempre
y continuarán actuando correctamente en diferentes circunstancias de la vida.
Se volverán adultos perseverantes y entusiastas en el logro de sus
objetivos.
Diez estrategias para educar a los niños en inteligencia emocional
Las emociones
visten cada aspecto de nuestras vidas y de nuestra cotidianidad. El saber
controlarlas, gestionarlas y utilizarlas con la habilidad adecuada, nos
permitirá sin duda afrontar nuestro día a día de un modo más eficiente.
Emoción, pensamiento y acción son los
tres pilares que hilan cada instante de nuestro ser, de ahí la importancia de
ahondar en ese tipo de conocimiento para afrontar determinadas situaciones,
para desenvolvernos en nuestra sociedad de un modo eficiente. Entonces ¿no es pues imprescindible que los más
pequeños se inicien también en el aprendizaje de la Inteligencia Emocional?
Pensemos por ejemplo en esos niños con una capacidad deficiente para aceptar la frustración e
incluso para obedecer una negativa, niños que no respetan a sus iguales y que
el día de mañana están condenados a una realidad donde la infelicidad va a ser
ese leitmotiv con el que van a tener que vivir, al ser incapaces de comprender
a los demás. El conocimiento,
comprensión y control de las emociones son básicos para que nuestros hijos se
desenvuelvan adecuadamente en sociedad, de ahí que te sugiramos estos
principios para que les introdujese en el siempre interesante campo de la
Inteligencia Emocional.
1. CONTROLAR SU IRA.
Hasta los 18 meses los niños necesitan básicamente el afecto y el
cuidado de sus padres, todo ello les aporta la seguridad suficiente para
adaptarse en su medio, para explorar y dominar sus miedos. Pero hemos de tener en cuenta que a partir de
los 6 meses van a empezar a desarrollar la rabia, de ahí la importancia de
saber canalizar sus reacciones y corregirles cualquier mala acción.
Hay bebés que
pueden golpear a sus padres o hermanos, gritar enfurecidos cuando no se les
ofrece algo, acciones que a los progenitores les puede hacer gracia, pero
recordemos que es importante establecer límites desde que nacen, y sobre todo,
el hecho de hablar a los niños continuamente y en cada momento, los niños
entienden mucho más de lo que expresan, de ahí la necesidad de razonarles y de
controlar esas rabietas o ataques de rabia.
2. RECONOCER EMOCIONES BÁSICAS.
A partir de los dos años es una edad
perfecta para iniciar a los niños en el campo del reconocimiento de emociones,
es entonces cuando ellos empiezan a interactuar con los adultos y otros niños
de modo más abierto, así pues podemos realizar varios ejercicios con ellos,
como puede ser introducirlos en las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo y
rabia. ¿Cómo? Mediante fotografías de
rostros, mediante dibujos, preguntándoles cuestiones como: "Qué le
pasa a este niño?" "¿Está triste?" "¿Por qué crees tú que
está triste?" Es un modo perfecto para que aprendan a reconocer
no sólo sus emociones poco a poco, sino también las de los demás, y sobre todo,
su empatía.
3. SABER NOMBRAR LAS EMOCIONES.
Las emociones de
modo habitual: “estoy enfadado porque no me has llevado al parque”, “estoy
contento porque mañana nos vamos de excursión”, “tengo miedo de A partir de los
5 años sería perfecto que los niños supieran ya dar nombre a que cierres la luz
porque me dejas solo.”
4. SABER AFRONTAR LAS EMOCIONES CON EJEMPLOS.
Es habitual que los niños en ocasiones se vean superados por las
emociones, rabietas que les hacen gritar o golpear cosas. Es necesario que nosotros no reforcemos esas
situaciones, una vez haya terminado la rabieta podemos enseñarles por ejemplo
que antes de gritar o pegar, es mejor expresar en voz alta qué les
molesta. Que aprendan a expresar sus sentimientos desde bien pequeños.
5. DESARROLLA SU EMPATÍA.
Para desarrollar una dimensión tan
importante como esta, es necesario razonar con ellos continuamente mediante
preguntas. "¿Cómo crees que se
siente el abuelo tras lo que le has dicho?" "¿Por qué crees que está llorando tu
hermana?" "¿Crees que papá está hoy contento?"
6. DESARROLLA SU COMUNICACIÓN.
Hablar con los niños, hacerles preguntas, razonar, jugar, poner
ejemplos… es algo imprescindible en su educación. Debemos favorecer continuamente el que puedan expresarse, poner en voz
alta su opinión y sus sentimientos, que aprendan a dialogar.
7. LA IMPORTANCIA DE SABER
ESCUCHAR.
Imprescindible. Desde muy pequeños deben saber guardar silencio mientras los demás hablan,
pero no sólo eso, debe ser una escucha
activa, de ahí que sea recomendable hablarles despacio,
frente a frente y terminando las frases con un "¿has
entendido?", "¿estás de acuerdo con lo que he dicho?".
8. INICIARLOS EN LAS EMOCIONES SECUNDARIAS.
A partir de los 10 o 11 años van a
surgir en sus vidas emociones secundarias que van a cobrar más peso en sus
vidas, tales como el amor, la vergüenza, la ansiedad… Siempre es adecuado que una buena comunicación
con ellos nos permita hablar de estos temas abiertamente, deben sentirse
seguros ante esas nuevas emociones que asaltan su día a día, habrá situaciones
que por ejemplo les causen mucha ansiedad, como es por ejemplo un examen,
realidades que van a ser constantes en sus vidas y que deben aprender a gestionar.
9. FOMENTAR UN DIÁLOGO DEMOCRÁTICO.
A medida que los niños se van haciendo mayores van a aparecer más
demandas por su parte, de ahí que desde bien pequeños les hayamos enseñado la importancia de pactar, de dialogar,
de acordar de modo democrático. La familia es un ejemplo de la sociedad y es el
mejor campo de aprendizaje.
10. APERTURA A LA EXPRESIÓN DE EMOCIONES.
Es esencial que
podamos facilitar a nuestros hijos la confianza apropiada para que pongan en
voz alta aquello que les preocupa, que les hace infelices y también felices. El hogar y la escuela van a ser esos
primeros escenarios donde se va a desarrollar su vida, si les ofrecemos
comodidad para que se puedan expresarse y comunicar, también lo harán a medida
que crezcan y en el resto de contextos.
El saber
comunicarse y el reconocer emociones propias y ajenas, son sin duda
imprescindibles para que vayan madurando poco a poco y alcancen una solvencia
adecuada para integrarse en la sociedad y ser felices en ella. Nosotros podemos
darles esa oportunidad…
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